La aplanadora

Al salir a la calle María sintió angustia. Qué es eso, que me atraviesa siempre, como una ráfaga caliente -se preguntaba y pensaba en lo que Lucca había escrito: esa imagen sublime "Luces calientes atraviesan mi mente". Hubiera tardado 15 años en escribir una frase así, se decía María, y cuando intentaba transmitirle lo fascinante de la frase a sus amigos, ellos le decían que exageraba.
-Es una frase simple de canción. No le des tantas vueltas. Es sólo "luces calientes atravesando la mente". Nos pasa a todos, cuando estamos borrachos, o drogados en el boliche. Las luces calientes nos atraviesan.
-Puede que tengas razón, pero me sigue pareciendo fascinante. Tener Luces + calientes + un cerebro que atravesar  y la música de SUMO, hacen un combo exquisito que revientan los sentidos, y !no me  rompas más las  pelotas!.
Y María volvía pensando en Lucca, su imagen, las conversaciones con sus amigos, y su angustia.
Volvía María a la triste melancolía de la vida de soltera. Encendía la Pc, tipeaba "youtube" y escribía Divididos: aparecía Sumaso. Y se encontraba con una super versión reggae del "Ojo blindado". Agitaba la cabeza de un lado a otro, balanceando la larga cabellera e intentaba cantar como Mollo, imitando su fraseo. Cuando el tema levantaba, se concentraba en el bajo de Arnedo. Cómo toca este hijo de puta- se decía- me recuerda al cuento de un viejo amigo que lo vió en el Bolsón, y que dijo que Arnedo le había dedicado una escala a él. María reía tontamente, a solas en su éxtasis de música y de sentidos, con la grata compañía de sus músicos preferidos.