Día 1

"Buenos días María... ¿Hásta dónde quieres llegar hoy?" Fue lo primero que vió en la computadora, viejo recuerdo de un Bill Gates desvencijado y venido a menos, de un trístemente célebre Windows 3.1 que no se colgaba, de una verdadera Pc multifunción.
María no sabía hasta dónde quería llegar hoy. No estaba segura de querer llegar hacia algún lugar. El hoy la aterraba, porque... como bien venía aprendiendo en la facultad, el hoy estaba compuesto de instantes, como exponía Gloria, la profesora, mientras se desplazaba de un sitio al otro, mientras decía "intenten volver el tiempo atrás. Eso que dije ya pasó, quedó atras y no vuelve más"; y a María la aterraban Gloria y los instantes. Gloria por sus exposciones sentenciosas, por el volúmen de su cuerpo y el pésimo gusto para combinar polleras grisáceas con su voz chillona. Contradicciones de la vida, pensaba María, y Gloria y los insntantes volvían a atormentarla una vez más, mientras despertaba mirando el salvapantallas "Hasta dónde quieres llegar hoy". No sé a dónde quiero llegar hoy- le respondía a la sorda pantalla, y apagaba rápidamente el monitor, para salir a la calle.